jueves, 3 de julio de 2008

Demasiada seguridad es peligrosa para tu bienestar

Este artículo lo saqué del libro "101 Really Important Things You Already Know, But Keep Forgetting" (101 cosas realmente importantes que ya sabes, pero sigues olvidando).







La traducción al español es mía, sepan disculpar alguna imprecisión.
Pueden leer el original en inglés aquí.


Demasiada seguridad es peligrosa para tu bienestar
(Too Much Safety Is Dangerous for Your Well-Being)

Por Ernie Zelinski.


“Nadie desde el principio de los tiempos ha tenido seguridad,” proclamó la diplomática y escritora Eleanor Roosevelt. Sus palabras son para ponderar cuidadosamente. La seguridad es una de esas cosas por las que la mayoría – si no toda – la gente lucha toda su vida. El lado oscuro de la seguridad, sin embargo, es que es como mucho una ilusión. Demasiada seguridad, de hecho, es peligrosa para tu bienestar. En más casos de los que puedes imaginar, el mayor riesgo está en no arriesgarse.

Todos tenemos una tendencia a volvernos cómodos con las condiciones existentes – aún aquellas que no nos hacen absolutamente ningún bien (hay muchas formas de enfermedad mental). Por ejemplo, en el trabajo terminamos tolerando empleos sin futuro, profesiones que no nos gustan, y compañías que nos maltratan. Por supuesto, nos resistimos a hacer cambios porque tememos lo desconocido.

Tú mismo podrías haberte habituado a una cómoda y predecible rutina. Llega un momento, sin embargo, cuando tienes que encontrar algo que demande más tus talentos. Debes tener fe en ti mismo. Cuando tus instintos te tienten a arriesgarte en algo que no sea cuestión de vida o muerte, hazlo con confianza.

Si no estás satisfecho con tu elección profesional, el mayor riesgo podría estar en no dejar tu trabajo. No esperes el momento correcto para irte. Es mejor hacerlo ahora porque nunca hay un momento apropiado. Hay riesgo en la mayoría de las decisiones importantes. Una encuesta reciente del Royal Bank of Canada mostró que empresarios exitosos que dejaron sus empleos seguros para establecerse por su cuenta, creían que arriesgarse los hacía más fuertes y más sabios. Paradójicamente, al tomar la ruta con más riesgos, lograron más seguridad.

Por supuesto, arriesgarse puede ser peligroso para los buscadores de sensaciones. Así que no seas impetuoso y arriesgues perder todo lo que tienes. No es inteligente asumir riesgos extremadamente altos o inciertos. La gente sabia asume riesgos calculados. La clave es tomar riesgos inteligentes en lugar de estúpidos. Si eres un hombre de 50 años, tienes una probabilidad de una en 200 de morir el próximo año. Puesto que podrías no estar, en todo caso, ¿por qué no asumir algunos riesgos calculados que podrían pagar grandes dividendos en felicidad y satisfacción?

Contrariamente a la sabiduría popular, el riesgo de actuar puede ser menor que el riesgo de la inacción. La vida es un viaje peligroso. Un romance increíble, fama notable y éxito excepcional son logrados por aquellos individuos que asumen riesgos sustanciales. Por un lado, puedes jugar totalmente seguro y terminar con lo que ya tienes a tu nombre – puedes hasta terminar con menos. Por el otro lado, puedes asumir algunos riesgos y aprovechar algunas maravillosas oportunidades y terminar con muchas más de las cosas que te gustarían de la vida.

Viajar por una carretera libre de riesgos, desafortunadamente no te llevará a ningún destino importante. Las posibilidades desfavorables no deberían impedirte perseguir lo que sabes intuitivamente que es tu propósito. Mucha gente te criticará por intentar aquellas cosas que no se atreverían a intentar ellos mismos. Los cobardes, que les gustaría que permanecieras cobarde, deben ser ignorados. Hay un momento en que tienes que ser valiente y sumergirte en lo desconocido con la determinación de nadar con lo que el destino traiga a tu camino. La felicidad y la satisfacción serán mucho más accesibles cuando tengas el coraje de perseguir tus convicciones.

Cuando tu voz interior te dice que te arriesgues, es mejor hacerlo aunque tu mente racional te esté diciendo otra cosa. Seguir el camino ya probado puede parecer lo más seguro. En algunas formas lo es. Pero abrirte tu propio camino te traerá más aventura y satisfacción y dejará senderos para que otros vean. Por el contrario, no dejarás ninguna huella siguiendo un camino largamente recorrido por las masas.

Si el camino que has tomado en la vida se siente realmente seguro, entonces probablemente no es el camino correcto. Cuando mires hacia atrás en tu vida, lamentarás las cosas que no intentaste más que las que hiciste y fracasaste. La virtud de arriesgarse es enfatizada en este viejo adagio: "alguien que intenta hacer algo y fracasa es mucho mejor que el que no intenta hacer nada y tiene éxito."





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