sábado, 17 de noviembre de 2007

Citas

Las equivocaciones son la antesala del descubrimiento. James Joyce.

La repetición es la madre de la habilidad. Mr. Shoaff.

No desees que las cosas sean más fáciles, desea ser mejor; no desees menos problemas, desea tener más habilidad para resolverlos; no desees que eliminen pruebas en tu camino, sino desea superarlas. Mr. Shoaff.

El único fracaso consiste en no seguir probando.

Piensa que puedes, piensa que no puedes, de las dos maneras tienes razón.

No hay más que un modo de dar en el clavo, y es dar ciento en la herradura. Miguel de Unamuno.

He fracasado una y otra vez. Y es por eso que tengo éxito. Michael Jordan.

La perseverancia siempre vencerá al talento y a la apariencia.

Aprendemos errando.

No darás tropezón ni desatino que no te haga adelantar camino.

Un experto es una persona que ha cometido todos los errores que se pueden cometer en un determinado campo. Bohr.

El trabajo todo lo vence. Virgilio.

El hombre sólo se conoce a sí mismo a través de la acción. Goethe.

Querer es tener el valor de luchar contra los obstáculos. Stendhal.

Rara vez sabemos lo que somos capaces de hacer, hasta que nos ponemos a hacerlo. Virgilio.

Comenzar un plan no es poco, y en ocasiones es mucho. Sócrates.

Toda empresa grande parece imposible al principio.

No hay azar ni fatídico destino que burlen, estorben o dobleguen la firmeza de un alma vigorosa.

Cuanto más brillante eres, más tienes que aprender. Don Herold.
Paciencia, persistencia y transpiración forman una combinación invencible para el éxito. Napoleon Hill.

Acostarse temprano y levantarse temprano, hace a un hombre sano, rico y sabio. Benjamin Franklin.

Si cerráis la puerta a todos los errores, la verdad quedará afuera. Rabindranath Tagore.

El goteo constante perfora una piedra. Lucrecio.

Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia, entonces, no es un acto, sino un hábito. Aristóteles.

Si no te equivocas de vez en cuando, quiere decir que no estás aprovechando bien todas tus oportunidades. Woody Allen.


Aprovechar el propio talento significa iniciar la reconquista de uno mismo.

Aquel que aspire a alcanzar la cumbre tendrá que asegurar los cimientos de su casa.

La debilidad de un instante puede acarrear una fuerte desdicha.

Todo poder humano se forma de paciencia y de tiempo.

Tal vez el secreto de la felicidad resida en tener una mente clara y un corazón tierno.

Las actitudes prudentes y el autocontrol depararán más alegrías y beneficios que la arrogancia.

El trabajo sin prisa es el mayor descanso para el organismo. Dr. Marañón.

Nadie se vuelve sabio con hablar mucho. Buda.

Nadie es tan rico que no necesite un buen vecino.

No es bueno pensar demasiado, la mitad de los males salen de la cabeza. Alejandro Casona.

Si eres temerario e insensato, tus acciones conducirán a la desdicha. Lao Tsé.

Sólo los curiosos de espíritu aprenden y sólo los resueltos vencerán las dificultades del aprendizaje. El coeficiente de curiosidad siempre me ha fascinado más que el coeficiente de inteligencia. E.S. Wilson.

Es difícil, si no imposible, aprender un tema tan sólo leyéndolo, sin aplicar la información a problemas específicos que fuercen al lector a pensar en lo que ha leído. Además se aprenden mejor aquellas cosas que uno descubre por sí mismo. Donald Knuth.

Pocas cosas facilitan tanto la concentración mental como la necesidad de expresarse con precisión. Esta necesidad lo pone a uno cara a cara con el tema que está tratando; con lo que en realidad está proponiendo, y evita caer en las trilladas que no sólo sustituyen al pensamiento, sino que lo imposibilitan. Edwin Newman.

Convertirse en espectador de la propia vida es salvarse de los padecimientos terrenales. Oscar Wilde.

Permanece prudente al final como al principio y evitarás el fracaso. Lao Tsé.

Quien presto se determina, más presto se arrepiente.

No hay placer sin hiel. No hay gusto sin susto.

Cada uno juzga por el suyo el corazón ajeno.

La ocasión perdida no se recupera fácilmente.

El genio nace, no se paga.

Los elogios maravillan al sentido del oído.

A veces ocurren milagros, pero hay que trabajar arduamente para lograrlos.

Si no nos empeñáramos en buscar la felicidad, podríamos divertirnos mucho.

Hay un arma más terrible que la calumnia, la verdad.

Nadie redacta mejor que el que escribe lo que me gusta leer.

Si quieres ser servido sirve.

A veces la mejor manera de convencer a alguien de que no tiene razón, es dejar que se salga con la suya.

El que lleva consigo su niñez, nunca envejecerá.

Lo más difícil de una discusión no es defender la propia opinión, sino conocerla.

No puede haber felicidad si las cosas en que creemos son distintas de las cosas que hacemos.

Una vida sin fiestas es como un largo camino sin posadas.

Jamás olvidamos lo que aprendemos con gusto.

Más podemos saber de una persona por lo que dice de los demás que por lo que otros dicen de ella.

La vida de los padres es el libro de ejemplos del hijo.

Los amigos son parientes que elegimos nosotros.

El que desee alcanzar una meta distante, debe dar muchos pasos cortos.

Es preciso manejarlas con cuidado, pues las palabras tienen más poder que las bombas atómicas.

El placer en el trabajo da perfección a la obra.

Para imponer condiciones hay que tenerlas.

Buscando el bien de nuestros semejantes encontramos el nuestro.

No desprecies a nadie; un átomo hace sombra.

La virtud no queda sola. Quien la practica, obtiene compañía.

Si la oportunidad llegara disfrazada de tentación, no tendría que tocar más de una vez.

¡Paciencia! El molino de viento nunca se extravía en busca del viento.

No midas tu riqueza por las cosas que posees, sino por aquellas que no cambiarías por dinero.

¡Cuidado con las palabras arrogantes! Cuando las sueltas, no resulta fácil retractarse.

Si la mente del hombre se ensancha para aceptar una nueva idea, jamás volverá a su estrechez anterior.

No hay nada más duro que la blandura de la indiferencia.

Si las pequeñeces nos enojan, ¿no hablará ello de nuestra propia pequeñez

En toda discusión gana siempre quien menos se acalora.

Lo que puedes hacer o has soñado que podrías hacer, debes comenzarlo. La osadía lleva en sí genio, poder y magia.

Sabemos lo que una persona piensa, no cuando nos cuenta lo que piensa, sino a través de sus acciones.

Si buscas ideas creativas, sal a caminar, los ángeles cuchichean al hombre que pasea a pie.

La bondad es la única inversión que nunca quiebra.

La abundancia de las cosas, aunque sean buenas, hace que no se estimen.

La sencillez, llevada al extremo, se convierte en elegancia.

Utiliza palabras blandas y argumentos duros.

Un consejo es algo que pedimos cuando ya conocemos la respuesta pero quisiéramos no conocerla.

Más allá de cierto límite, la tolerancia deja de ser virtud.

Afligirse por lo que no se tiene es desperdiciar lo que sí se tiene.

Nosotros nos juzgamos por lo que nos creemos capaces de hacer, los demás nos juzgan por lo que ya hemos hecho.

La gloria de los grandes hombres debe tasarse siempre tomando en cuenta los medios que emplearon para alcanzarla.

Pasa con la felicidad como con los relojes; los menos complicados son los que menos se estropean. Chaufort.

El secreto de la felicidad no está en hacer siempre lo que se quiere, sino en querer siempre lo que se hace. Tolstoi.

El hombre que no conoce el dolor no conoce ni la ternura de la humanidad, ni la dulzura de la conmiseración. Rousseau.

Todos vivimos con la ilusión de que los demás nos ven desde fuera como nosotros imaginamos ser desde adentro. Desgraciadamente, no es así.

Ninguna otra cualidad nos proporciona tantos amigos como una sincera admiración por aquellas cualidades que poseen los otros.

Quizá te sientas mal si fracasas pero estás perdido si no lo intentas.

La preocupación excesiva por uno mismo acaba con el bienestar.

Cava un pozo antes de tener sed.

Si no sabes a dónde vas, probablemente terminarás en otro lugar. Lawrence J. Peter.

La paciencia y la perseverancia tienen un efecto mágico ante el cual las dificultades desaparecen y los obstáculos se desvanecen. John Quincy Adams.

No progresa quien no comete errores. Theodore Roosevelt.

La extraña paradoja es que cuando me acepto tal como soy, entonces puedo cambiar. Carl Rogers.


Las personas felices se permiten ser felices; las infelices siguen haciendo cosas que aborrecen y que las perjudican, contribuyendo a su infelicidad. Dr. David Niven.

Aprendizaje es experiencia, todo lo demás es información. Einstein.

Un problema bien expresado es un problema que está medio solucionado. Charles F. Kettering.

Sea lo que sea que pienses, si se repite lo suficiente, se hace realidad en tu vida. Napoleon Hill.

No me importa lo que otros piensen que hago, sino lo que yo pienso que hago. Eso es carácter. Theodore Roosevelt.

Los problemas importantes no pueden ser resueltos en el mismo nivel de pensamiento en el que surgieron. Einstein.

Cuanto más trabajas, más suerte tienes.

Cuando quieres algo que nunca has tenido, tendrás que hacer algo que nunca has hecho. J. Maxwell.

Una idea que no tenga como resultado un acto no es gran cosa, y un acto que no proceda de una idea no es nada de nada. Georges Bernanos.

Sabía que si fracasaba no lo lamentaría, pero sabía que había una cosa que sí lamentaría, y era no haberlo intentado. Jeff Bezos, fundador de Amazon.

No malgastes el tiempo intentando superar tu fobia a las serpientes, es mejor que las evites. Richard Koch.

Persigue siempre el logro y olvídate del éxito. Helen Hayes.

Procura conseguir lo que te gusta o te verás obligado a que te guste lo que no te gustará. George Bernard Shaw.

Las expectativas consentidas indebidamente terminan forzosamente en decepción. Samuel Johnson.

El mejor augurio del éxito de un hombre en su profesión es que piense que es la mejor del mundo. George Eliot.

El éxito no es la clave de la felicidad. La felicidad es la clave del éxito. Si amas lo que haces, tendrás éxito. Albert Schweitzer.

Sólo hacemos bien las cosas que nos gusta hacer. Colette.

Sólo las pasiones, las grandes pasiones, pueden elevar el alma hacia grandes cosas. Denis Diderot.

Sin una ocupación absorbente, la vida es un infierno. Elbert Hubbard.

Prefiero fracasar en algo que me gusta que triunfar en algo que detesto. George Burns.

El trabajo es trabajo si te pagan por hacerlo, y es un placer cuando pagas para que te permitan hacerlo. Finley Peter Dunne.

No desertes nunca de tu talento. Sé lo que la naturaleza quiso que fueras y tendrás éxito. Sydney Smith.

Intenta no ser una persona de éxito, sino más bien una persona de virtud. Albert Einstein.

La preocupación es tan inútil como un asa en una bola de nieve. Mitzi Chandler.

Un buen descanso es la mitad del trabajo. Proverbio yugoslavo.

Entrega al mundo lo mejor que tengas y te será devuelto lo mejor. Thomas Edison.

Con frecuencia compramos dinero a un precio demasiado alto. William Makepeace Thackeray.

Si conviertes el dinero en tu dios, te atormentará como el diablo. Henry Fielding.

El coste de una cosa es la cantidad de lo que llamaré vida que es preciso cambiar por ella, en el momento o a largo plazo. Henry David Thoreau.

El éxito es importante sólo en la medida en que te pone en situación de hacer más cosas que te gustan. Sarah Caldwell.

La infelicidad es no saber lo que deseamos y dejarnos el pellejo en conseguirlo. Don Herold.

La manera más rápida de hacer muchas cosas es hacer sólo una cosa a la vez. Samuel Smiles.

Piensa en muchas cosas que hacer; haz una. Proverbio portugués.

La perfección es una mariposa esquiva. Cuando dejamos de exigir perfección, el asunto de ser feliz deviene mucho más fácil. Hellen Keller.

Es inútil hacer con más lo que puede ser hecho con menos. Guillermo de Occam.

Aminora la marcha y disfruta de la vida. Cuando vas demasiado aprisa no sólo te pierdes el paisaje, también pierdes la noción de adónde vas y por qué. Eddie Cantor.

Un día es un período de tiempo que nadie es lo bastante rico como para desperdiciar. Anónimo.

El tiempo es lo que más deseamos, pero lo que peor usamos. William Penn.

No hay grandeza cuando no hay simplicidad. Leon Tolstoi.

Más que suficiente es demasiado. Anónimo.

Nada es suficiente para el hombre a quien suficiente le parece demasiado poco. Epícuro.

Nada es nunca tan bueno como parece de antemano. George Eliot.

Conténtate con lo que tienes; alégrate de cómo son las cosas. Cuando te das cuenta de que no falta nada, el mundo entero te pertenece. Tao Te Ching.

Toca una melodía alegre y alegres bailarines se sumarán a tu viaje. Thaddeus Golas.

La vida es larga si es plena. Séneca.

Ni la riqueza ni el esplendor, sino la tranquilidad y la ocupación, dan la felicidad. Thomas Jefferson.

La prisa de un tonto es la cosa más lenta del mundo. Thomas Shadwell.

Ningún día es tan malo que no pueda arreglarse con una siesta. Carrie Snow.

Amarse a uno mismo es el inicio de un romance para toda la vida. Oscar Wilde.

Procura conseguir lo que te gusta o te verás obligado a que te guste lo que no te gustará. George Bernard Shaw.

Siempre he pensado que hay que creer en la suerte para tenerla. Victoria Holt.

Lo insoportable es el principio de la curva de la alegría. Djuna Barnes.

Admirarse a uno mismo da mucho consuelo. Gertrude Atherton.

Se ha encontrado una explicación para todas las cosas, excepto para cómo vivir. Jean Paul Sartre.


En este mundo sólo existen dos tragedias. Una es no conseguir lo que se quiere y la otra es conseguirlo. Oscar Wilde.


El éxito es conseguir lo que se quiere; la felicidad es apreciar lo que se tiene.


Por muy mal que pueda parecer que van las cosas ahora, mañana serán los viejos buenos tiempos de alguien. Gerald Barzan.


Si quieres duplicar tus éxitos, simplemente duplica tus fracasos. Tom Watson.


Sólo los frívolos se conocen. Oscar Wilde.


El verdadero secreto del éxito es el entusiasmo. Walter Chrysler.


La acción no siempre aporta felicidad; pero sin la acción la felicidad no existe. Benjamin Disraeli.


Emplee su tiempo cultivándose con los escritos de los demás, de este modo obtendrá fácilmente aquello para lo que otros han trabajado duramente. Sócrates.


El día es infinitamente largo para el que sabe cómo apreciarlo y emplearlo. Johann Wolfgang von Goethe.


El día más desperdiciado de todos es aquel en el que no nos hemos reído.


El hombre que no encuentra satisfacción en sí mismo, la busca en vano en cualquier otro lugar. Duc de la Rochefoucauld.


Sólo se vive una vez. Pero si se vive bien, una vez es suficiente. Fred Allen.


Cuando llegan las desgracias, es muy posible que nos estén salvando de algo peor; o cuando se comete un error grave, puede fácilmente servirle a uno mejor que la más deliberada decisión. Winston Churchill.

Cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, procuro hacerla enseguida. Pablo Picasso.

Es importante que el hombre sueñe, pero lo es igualmente que pueda reírse de sus sueños. Lyn Yutang.

Es mejor preguntar dos veces que quedarse sin preguntar. Proverbio danés.

Los deseos son los presentimientos de facultades que residen en nosotros, los signos precursores de lo que un día estaremos en condiciones de llevar a cabo. Goethe.

Dada la manera de ser del hombre actual, ser conciso equivale a ser inspirado.
George Santayana.

Tales electores, tales elegidos. Si los segundos son malos es que los primeros son peores.
Edmundo Thiaudière.

La mucha precipitación retrasa. Cursio.

Probamos el oro en el fuego, distinguimos a nuestros amigos en la adversidad. Isócrates.

Invertir en conocimientos produce siempre los mejores intereses. Benjamín Franklin.

La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando. Pablo Picasso.

Aquel que quiera cambiar el mundo debe empezar por cambiarse a sí mismo. Sócrates.

Causa mucho mejor efecto que los demás descubran tus cualidades sin tu ayuda. Judith Martin.

Sólo el amor puede dividirse una y otra vez sin disminuir. Anne Morrow Lindbergh.

El ser más débil, al concentrar sus facultades en un sólo tema u objetivo podrá lograr algo; en cambio, el más fuerte, al disiparlas entre muchos fines, quizá no consiga realizar nada. Thomas Carlyle.

La dicha consiste en vivir motivado por un propósito interior; no por presiones exteriores.

No reside la felicidad en lo mucho o poco que tenemos, sino en saber disfrutar mucho.

La verdadera felicidad estriba en el ejercicio del libre albedrío propio. Aristóteles.

Procura ver lo bueno, y no lo malo, así en las personas como en la vida, y descubrirás lo que buscas.